Cogiendo se conoce gente

Una producción de Omar Romay

jueves, mayo 31

Me dejó un comment, dos, tres. Me mandó un mail. Se las ingenió para conseguir mi teléfono y grabar un mensaje hilarante. Me invitó a un restaurant divino. Era inteligente, lindo, gracioso, auto-sustentado (¡basta de mantener lúmpenes! ¡suéltame, pasado!). Pasó a buscarme en auto.



Obviamente, tenía mal aliento.

miércoles, mayo 16

Era tan pero tan lindo que por una vez no importó que, frente a mi biblioteca, hiciera la vieja y remanida pregunta: (léase con voz de mucha sorpresa) "¿Los leíste TODOS?"

Tres años después lo encuentro en un mostrador de McDonalds, con todo el acné que trae consigo la exposición a las temibles máquinas freidoras.

La justicia divina no existe, pero que la hay, la hay.